El Museo de la Guampa fue hecho para darle la oportunidad a los interesados de contar con información y poder apreciar la belleza atrapada en estas piezas que de otra manera permanecen en cajones e invisibles.
Esta herramienta permite mostrar las piezas en colecciones. Con buenas fotos, muy poco dinero y tiempo se puede transformar cualquier colección en un museo.
Este museo fue construido sobre una herramienta gratuita (Omeka) especializada en museos online. Si usted tiene interés en convertir su colección en un museo virtual, entonces comuniquese con nosotros (Verum Group).
Un museo (del latín musēum) es una institución pública o privada, permanente, con o sin fines de lucro, al servicio de la sociedad y su desarrollo y abierta al público, que adquiere, conserva, investiga, comunica y expone o exhibe, con propósitos de estudio, educación y deleite colecciones de arte, científicas, etc., siempre con un valor cultural.
Los museos exhiben colecciones, es decir, conjuntos de objetos e información que reflejan algún aspecto de la existencia humana o su entorno. Este tipo de colecciones, casi siempre valiosas, existió desde la Antigüedad: En los templos se guardaban objetos de culto u ofrendas que de vez en cuando se exhibían al público para que pudiera contemplarlos y admirarlos. Lo mismo ocurría con los objetos valiosos y obras de arte que coleccionaban algunas personas de la aristocracia en Grecia y en Roma; los tenían expuestos en sus casas, en sus jardines y los enseñaban con orgullo a los amigos y visitantes. Es en el Renacimiento cuando se da el nombre de “museo” tal y como lo entendemos hoy a los edificios expresamente dedicados a tales exposiciones.
La irrupción de las tecnologías de la información en el campo de la museística ha introducido variantes interesantes, ya que conservando la esencia del concepto central se agregan características fundamentales para el visitante.
Una de las posibilidades es la simulación o reproducción casi literal de un edificio y sus obras, entre otros el caso del museo sobre la obra de Vito Timmel en el Teatro de Panzano (Italia). http://www.timmel.ccm.it/
Otra propuesta interesantísima por lo pionero en el Uruguay, lo ha sido el MUVA patrocinado por el diario El País, donde la propuesta ha sido la de colocar obras de reconocidos artistas en un espacio virtual creado a partir de la imaginación. http://muva.elpais.com.uy/
Finalmente, están también aquellos museos virtuales que apuestan fundamentalmente a mostrar sus colecciones, incorporando elementos de catalogación bajo estándares universales como el Dublín Core, la clasificación y búsqueda del acervo a través de navegadores facetados y excelentes aproximaciones de calidad gráfica a sus obras. Aquí un ejemplo http://mismuseos.net/comunidad/museos . En esta categoría podemos colocar al Museo de la Guampa.
En el Museo de la Guampa, el internauta encontrará sobre todo, la pasión por coleccionar piezas elaboradas con guampa, como materia prima fundamental. Para hacer más atractivas las consultas se ha apostado a la calidad de imagen, a la posibilidad de apreciar todos los detalles de los objetos a través del zoom, y a una navegación simple e intuitiva.
Para entender a un coleccionista se nos ocurre que lo mejor es incluír en esta introducción algunos párrafos de antología, extraídos de la novela: “El amante del volcán” de Susan Sontag
“Coleccionar expresa un deseo que vuela libremente y se acopla siempre a algo distinto: es una sucesión de deseos. El auténtico coleccionista no está atado a lo que colecciona sino al hecho de coleccionar.
Coleccionar es rescatar cosas, cosas valiosas, del descuido, del olvido. Coleccionar también es un deporte, y su dificultad es lo que le confiere honor y deleite: el mero hecho de adquirir y acumular no es coleccionar.
Una colección completa es una colección muerta. No tiene posteridad. Las grandes colecciones son vastas, no completas. Incompletas: motivadas por el deseo de que sí sean completas. Hay siempre una pieza más. Una gran colección particular es un material concentrado que estimula constantemente, que sobreexcita. No sólo porque siempre se le puede añadir algo, sino porque ya es excesiva.
Alguien que vacila, que pregunta. ¿Necesito esto? ¿Es realmente necesario?, no es un coleccionista. Una colección es siempre más de lo que sería necesario.
El coleccionista no se inventó o fabricó aquellas cosas, sólo es su humilde servidor. No se alaba a sí mismo al exhibirlas, las ofrece humildemente para la admiración de otros. Ciertamente, el coleccionista, como el impostor, no existe si no cuenta con el público, si no muestra lo que es o ha decidido ser. Si no exhibe sus pasiones.
El impulso del coleccionista no estimula el afán de comprender o transformar. Coleccionar es una forma de unión. El coleccionista reconoce. Agrega. Aprende. Toma nota.
El mundo del coleccionista revela la existencia abrumadoramente amplia de otros mundos, energías, reinos, épocas anteriores a aquella en que él vive. La colección aniquila la pequeña porción de existencia histórica del coleccionista.”
Entrevista con Claudio del Pup :